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18 mayo, 2015

Proyecto de ley 3941: Infraestructura para la competitividad

A fines de noviembre de 2014, la Comisión de Economía del Congreso dictaminó favorablemente un proyecto de ley de suma importancia para la economía del país: el proyecto de ley 3941. El mismo fue presentado por el Ejecutivo y tiene como objetivo primordial la agilización de procedimientos administrativos para promover la inversión y facilitar la realización de importantes proyectos de infraestructura. Así, el proyecto contiene medidas para:
  • La optimización y el fortalecimiento del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental – SEIA.
  • La simplificación administrativa y promoción de la inversión.
  • La simplificación de procedimientos para imponer servidumbres y protección de derechos de vía y localización de área.
  • La simplificación de procedimientos para la obtención de bienes inmuebles para obras de infraestructura de gran envergadura.
  • El fortalecimiento del acompañamiento y seguimiento efectivo del Estado para la eliminación de trabas en la obtención de permisos, licencias y autorizaciones para la ejecución de proyectos de gran envergadura.

Se trata de un proyecto de ley bastante mesurado que, antes que reducir el número de permisos o autorizaciones, lo que persigue es mejorar el marco regulatorio para hacer más ordenados y rápidos los procedimientos que se deben seguir para la obtención de las referidas licencias y, así, promover y no obstaculizar la inversión y el desarrollo de proyectos de infraestructura.
Precisamente, de acuerdo al  Reporte de Competitividad Global 2014-2015 elaborado por el World Economic Forum el Perú no se encuentra bien ubicado en cuanto a los dos rubros que se refieren a la eficiencia de nuestro marco regulatorio (puesto 127 y 109 de un total de 144 economías) y en el pilar de infraestructura (puesto 88 de 144 economías)[1].
Además, la pertinencia del proyecto de ley se hace más evidente por la urgencia de acelerar el desarrollo de proyectos de infraestructura ya que los mismos coadyuvarán a la reactivación de la economía nacional por la alta inversión pública y privada que los mismos comprenden, reactivación que es sumamente necesaria por la desaceleración económica que viene atravesando el  país desde el año pasado.
Pero, la importancia del desarrollo de la infraestructura del país no se agota en las necesidades de la actual coyuntura económica, sino que tiene efectos deseables en el largo plazo ya que, de acuerdo con estudios y evidencia empírica (en América Latina y el Caribe), aquella fomenta el crecimiento económico:
Fuente: cálculos del BID en base a World Bank database y SEDLAC
Así, la infraestructura se constituye como un pilar fundamental en las sociedades avanzadas ya que su adecuada dotación y administración hace posible el desarrollo económico, genera crecimiento, aumenta la competitividad y la productividad, y con ello facilita la inserción de las economías en el mundo, asimismo, ayuda a la cohesión territorial y permite mejorar la calidad de vida, siendo una herramienta fundamental para la inclusión social[2].
Pues bien, resulta increíble que, en el momento en que escribimos estas líneas, el proyecto de ley bajo comentario aún no haya sido debatido ni votado por el Pleno del Congreso a pesar de haber sido presentado con carácter de urgencia por el Ejecutivo hace seis meses y de estar en la agenda de aquel desde hace varias semanas. Esto, sin duda, revela la extrema pereza del Congreso para temas importantes para la vida nacional (economía, derechos humanos, etc). Esperemos, pues, que la propuesta se debata antes de concluya la legislatura (15 de junio).




[1] Reporte de Competitividad Global 2014-2015. World Economic Forum. Disponible en: http://reports.weforum.org/global-competitiveness-report-2014-2015/economies/#economy=PER
[2] Estrategia de infraestructura para la competitividad. Banco Interamericano de Desarrollo. 2014. Disponible en: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=38053345

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