Pedrito
tiene once años y nació en Perusalén. Le gustan mucho las gaseosas y los snacks. Como en su país prohíben la
venta de estos productos dentro de los colegios por considerar que no son
saludables, sus padres le proveen de los mismos en su “lonchera” diaria y,
además, le proporcionan una nada despreciable propina. Pedrito no usa esta última para las
nutritivas ensaladas que venden en los kioskos (o cafeterías) del colegio, sino
que espera el momento de la salida para comprar una gaseosa y más snacks en las tiendas ubicadas a las
afueras de su colegio o cerca a su casa y, en varias ocasiones.
Pablito
nació en Tangamandapio, a diferencia de Pedrito, tiene diez años. En estas
tierras los niños pueden comprar dentro del colegio la más amplia variedad de
gaseosas, snacks y similares porque
no existen restricciones. A Pablito también le gustan mucho estos productos (sobre
todo las papas fritas); pero, a pesar de que sus padres no los consideran como
parte de su lonchera (la que destaca por ser muy saludable), él no usa su
propina para comprarlos diariamente, lo hace solo en alguna ocasiones y siempre en cantidad moderada. Tiene esa conducta porque sus padres le
han dicho y advertido que comer en exceso aquellos productos no es bueno para
la salud.
A
Pedrito le fascinan, también, las hamburguesas de todos los tipos, el pollo
broaster o a la brasa con bastantes papas fritas y abundante mayonesa. No
obstante que en Perusalén la publicidad de estos productos y la de los
establecimientos donde los expenden se encuentra sumamente restringida, al
igual que la de las bebidas gaseosas, los snacks
y otros productos que el Estado considera que no
son nada saludables, Pedrito siempre muere por ellos ya que sus padres, desde
muy pequeño, lo han acostumbrado a consumirlos. Es más, algunos de
sus amiguitos aseguran que aquel consume, tres o cuatro veces por semana, una hamburguesa
o unas cuantas piezas de pollo broaster, acompañados de abundante gaseosa, y
que sus padres hacen lo propio.
En contraste, en
Tangamandapio no existen las referidas restricciones a la publicidad, por ello
Pablito, cada vez que ve por televisión sus programas favoritos (“Los
combatientes” y “si entran dos, entran tres”), recibe todo tipo de mensajes
publicitarios que buscan incentivar el consumo de pollos broaster, hamburguesas, pizzas, gaseosas, snacks, etc.; inclusive, varios de sus personajes favoritos de los
programas de televisión que sigue salen en la publicidad de estos productos
(cosa que sería imposible si estuviéramos en Perusalen). Como es de esperar, Pablito
no es inmune a esta publicidad y la verdad es que le encantan las hamburguesas y
el pollo broaster, sin embargo,
como sus padres saben que consumirlos en exceso puede perjudicar su salud, no
lo llevan muy a menudo a los establecimientos donde los venden, de esta manera
no lo privan de los mismos pero tampoco lo someten a un consumo excesivo.
Pedrito,
en Perusalen, no hace deporte, sus padres no lo incentivan a practicarlo y,
para colmo, la educación física no es obligatoria en los colegios de este
Estado, en cambio, Pedrito es campeón de Fifa 13 en el Play Station 3. Ahora
bien, recientemente le ha salido un buen
sparring a Pedrito en este videojuego, se trata de Pablito que desde
Tangamandapio juega con Pedrito a través de la conexión online, pero aquel no solo es un buen jugador de Fifa 13, sino que
también destaca en el equipo de fútbol de su colegio y en atletismo, de más
está decir que en Tangamandapio el Estado es un gran impulsor de la práctica
del deporte en los colegios.
Ud. puede opinar sobre esta y otras propuestas y leyes en 131 Voces.
Ud. puede opinar sobre esta y otras propuestas y leyes en 131 Voces.
¿Quién escribe esto? ¿El publicista de McDonalds?
ResponderEliminarAh ya, los padres de Pablito son muy responsables, pero los de Pedrito son un par de insensatos.
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